31 ene 2017

Okatsu The Fugitive

Título OriginalYôen dokufu-den: Okatsu kyôjô tabi
aka: yoen dokufuden: okatsu kyojo tabi
aka: Okatsu, the fugitive
Japón, 1969, Nobuo Nakagawa





















# El viento sopla... #

# Un bandido sopla en el viento... #

# Ella proviene del infierno... #

# Ella es Okatsu la Asesina... #

# Dónde el viento sopla... #

# Ella irá... #


Tercera y última entrega de la trilogía perpetrada en 1968 por Yoshihiro Ishikawa, “Legends of the Poisonous Seductress”. Vuelve a sentarse tras las cámaras un anciano Nobuo Nakagawa para dirigir en el mismo año de 1969 otra aventura de la joven samurái Okatsu. Con el mismo nombre e interpretada por la misma y atractiva actriz, Junko Miyazono, el director nos deleita con otra andanza propia de una femme fatale: vengar la muerte de sus padres a manos de los esbirros de un corruptor mercader y demás compinches. Pronto se dará cuenta Okatsu que todos aquellos en los que creía poder confiar le traicionan en pos de ser recompensados de alguna forma (económicamente) por el cabeza del clan Numata, o en otras palabras, el amigo del mercader de tabaco ilegal.

La idea de una venganza no se hace esperar dentro del guión, bastan apenas 20 minutos para ponernos en situación, presentando a los personajes principales, y el origen de dicha vendetta. En cuanto a la propia historia en sí no es nada del otro mundo. Forma parte del cineasta a la hora de crear películas como en la anterior entrega de la trilogía, “Quick-Draw Okatsu” o en su Black and White “The Ceiling at Utsunomiya”. No obstante la originalidad y efusividad a la hora de recrear esa venganza no pasa de moda dentro del cine del autor, haciendo de entretenimiento para ese público acérrimo a este tipo de producciones. Y es así, el film será etiquetado de “Acción”, “Aventuras”, “Drama” correcta y acertadamente; mas también contiene generosas escenas de humor sano. Recalco lo de sano porque es aquel que tras 40 años de antigüedad como es nuestro caso, no se vuelve tosco o absurdo, es aquel que te consigue sacar una sonrisa o una carcajada tonta, esto se llama calidad. 

Otro palo interesante que tiene Okatsu, the fugitive son los efectos especiales. Asombrosos, preciosos, de esos que enamoran por la nostalgia. Dicho para aquellos con varios años en el cuerpo porque a los jóvenes como yo del nuevo milenio nos tendría que asquear pensando “pero mira que viejo se ve todo”. ¡Quien quiere un CGI o un ordenador de por medio cuando con pocos recursos y mucha imaginación puedo crear algo bello y que traspase décadas! Seguramente soy un atrasado en el tiempo pero ese atrezzo o esa escenografía me cautivó. Me tiene enamorado ese fondo negro que simula la oscuridad en la cima de una montaña (también indicando que es una escena violenta y/o fuerte, doble significado) o ese montaje de la lluvia que claramente es artificial hecha con una manguera pero que como queda tan creíble y se esfuerza tanto por ser real saca una sonrisilla. No me considero un tiquismiquis, pero aprecio los pequeños y a primera vista, insignificantes detalles que componen un marco común. 

Mismamente de aquí podría saltar al diálogo o las actuaciones que, quitando el ya conocido hecho de la calidad que expira el terreno japonés antiguo en este campo, se fusiona con lo comentado en el párrafo anterior, dejando como resultado una obra preciosista. Cierto es que para ser una película de venganzas en nuestros tiempos actuales y acostumbrados a otras cosas que hemos visto…bueno, digamos que se quedaría obsoleta cuanto menos pero para estar hecha a finales de los 60 iba a la moda.

Un aplauso final para el señor Koichi Kawabe, compositor de la banda sonora del film. Una estrella que tanto la música ambiental como la propia dedicada a Okatsu (que son dos tracks especiales) sabe realzar y darle un toque extra a cada escena.

Les animo a verla

 


29 ene 2017

Shin Godzilla

Título original: シン・ゴジラ (Shin gojira)
aka: Godzilla Resurgence
Japón, 2016, Hideaki Anno & Shinji Higuchi




















El Gojira de Anno | CICLO RAIDER-SITGES 2016


Aviso a navegantes antes de entrar en la crítica, mi experiencia con el titán japonés se resume vergonzosamente a la versión de Stephen Sommers del 98 (cuando era un crío) y a una especie de serie de dibujos animados que echaban por la tele hace muchos años. Como se puede ver, no, no me he visto la original ni las sucesivas entregas niponas o incluso, la re edición norteamericana del 2014. Por lo tanto esa vital parte dedicada a comentar diferencias, similitudes entre la original y el remake (o reboot, según donde se lea al respecto) se pierde muy a mi pesar. Dicho esto, evaluaré (espero sin meter la pata) este film como una producción aislada, dando así mis primeras impresiones y con la mentalidad de un adulto.

Si bien es cierto que es mi primera experiencia “en serio” con el universo de Godzilla, eso no quita que uno no sepa de qué va. La premisa es bastante sencilla: cierto día en una bahía de Japón empiezan a avistarse anomalías en el mar, una columna de vapor vertical. Tras unos (y breves) días, surge nuestro gigante saurio para arrasar todo lo que se encuentre a su paso. Pero, ¿por qué?

Bajo mi punto de vista esta nueva entrega de la saga Godzilla hay que estudiarla de una forma “especial”. Sino, basta con ver un poco de metraje para darse uno cuenta del estilo tan suyo que tiene el film, y es que el director no es otro que Hideaki Anno, el padre de Evangelion. Ya que he sacado el tema del “estilo” aclarar que como inevitablemente es del cineasta, la obra girará en torno a la política, y la gestión que realiza el gobierno mientras dura el ataque del depredador. He escrito “inevitablemente” porque (y permítaseme lo comentado al inicio) en este film de monstruos lo que rige es ver la partida de cartas que se juegan el gobierno (o la sociedad) y Godzilla. Uno no puede darle el protagonismo supremo al monstruo, sino utilizarlo como una excusa si se le quiere llamar así, para, mostrar la actuación de los humanos. Y es aquí donde se ve el sello del artista. 


Al igual que en este mundo eres diestro o zurdo, también están los que se han visto Neon Genesis y los que no; la diferencia puede ser un problema. Más como una ventaja, he podido disfrutar de la serie más famosa del señor Anno y aunque sólo haya visto eso basta para captar la forma que tiene de dirigir los acontecimientos. El estilo es palpable al poco de arrancar la película, un frenesí de sucesos, acontecimientos, personajes, títulos de presentación excesivamente largos, diálogos apresurados y una acción que llama a la puerta con ganas de entrar a jugar. Hasta al más veterano se le puede marear la cabeza de la velocidad a la que rueda el film con tan poco tiempo de recorrido. ¿Es algo malo? Sí y no. El no es por la gran cantidad de sucesos útiles (importante concepto, no relleno) que se dan y si fuera a un ritmo más pausado seguramente terminaría aburriendo, de todas formas, una bajada en las revoluciones no le habría venido mal. Por lo que la ejecución de la historia sale aprobada, excelentemente centrada en el marco político gubernamental que intenta mostrar y que, crítica arriba, crítica abajo le sale un muy bien resultado. Ello acompañado por el simpático toque de humor también, característico del director (y que, sabedor del ritmo de su película, así lo hace saber al espectador).

Ya sabiendo la calidad de la trama, el segundo paso es hablar de Gojira. Su “nacimiento” es bastante apresurado al inicio, basado en estúpidas especulaciones de tontos burócratas y aún más, expertos. Su paso por la ciudad es un descontrol y un caos, pero no arrasa por arrasar, sino por otro motivo en especial. ¿Lo dice así la película? No, esa es la gracia. De hecho, en un momento de la cinta, un personaje se pregunta lo mismo, respondiéndose con un guiño a la creación primeriza del padre de la criatura, Ishirô Honda. 

Actores también muy conocidos como Taro Suwa, Jun Kunimura o Ren Oshugi

Pero de lo que estoy más que seguro es que no a todos les gustará Shin Godzilla. Es difícil seguirle el paso y los efectos especiales del monstruo son una basura CGIera (del co-director también, Shinji Higuchi). Lo salvable sería quedarse con el clímax de tensión que crea adecuadamente la peli (ataques) y los paisajes de desolación. Bien, la gran mayoría de haters de Evangelion se pensaban que la serie sería una de Mechas dándose de ostias todo el rato, a lo Transformers y mira tú por donde fue mucho más allá. Aquí sucede lo mismo. Si quieres disfrutar de explosiones, drama de manual, efectos especiales de lujo y una acción sin parangón, NO veas esta obra, espera al (más que seguro) re-re-remake americano. Es curioso, en la sala había un chaval con una camiseta de Godzilla, no sé qué pensó de lo que vio.

Despedirme no sin antes comentar la banda sonora, un regalo para los fans de Eva.

                                           


23 ene 2017

Train To Busan

Título original: 부산행 (boo-san-haeng)
aka: Train To Busan
Corea del Sur, 2016, Yeon Sang-ho






















¡¡CONTIENE SPOILERS!!



¿La película de zombies del año? | CICLO RAIDER-SITGES 2016



-¡¡Mis amigos van a venir!! ¡¡Están en el vagón de al lado!! ¡¡De verdad!! ¡¡Ayúdenles!!

-¡¡Y a quién le importa!! ¿¡Cómo no sabes que están infectados?! ¡¡Preocúpate de ti!!

Un virus genérico salido del laboratorio de turno se filtra por algún medio del que no se nos informa para llegar a los humanos y transformarlos en unos muertos vivientes con muy mala leche y sedientos de carne humana (o morder cuellos, que parece su obsesión). Paralelamente a este quilombo un grupo al azar de personas son elegidas por la juguetona cámara a bordo de un ave para protagonizar su peor pesadilla. ¿Quién quedará en pie? ¿Quiénes son los buenos? ¿Hay malos?

El artista surcoreano Yeon Sang-Ho deja aparcada su batuta en el cine de animación con Seoul Station para tomar el mando en el cine de los actores de carne y hueso. El por qué lo desconozco, pero la pregunta más importante sería ¿le ha sentado bien el cambio de escenario? Bueno, la crítica especializada y miles de personas la tachan como una obra maestra o como la película revelación del 2016, hmm… ¿sí, no?

Empecemos analizando la trama, uno de los elementos más importantes a la hora de realizar una película en condiciones. Es una de zombies, ¿qué tiene de novedad? Vueltos a la vida que se comen a humanos, algo mil veces visto hasta la saciedad tanto que los propios zombies ya raro es que sugieran algo de terror o pavor. Pero como se sabe, “no es el qué se dice, sino el cómo se dice” y es que lo mismo se podría haber dicho de la española [REC], que a más de uno le calló la boca. El género sobre el que camina el film no es nuevo por lo que de entrada es raro que nos intenten sorprender con algo que no hayamos visto ya (obviamente si tienes experiencia). El film contiene los tópicos necesarios del género que cualquiera puede notar, sin embargo una serie de puntos nuevos se le añaden para otorgarle cierta especialidad. Entre ellos podemos citar la localización, un tren; el grupo de protagonistas con sus problemas personales que no nos quieren salpicar con las cansinas escenas de drama forzado, y sobretodo el desarrollo de los acontecimientos.




Esa es la clave del éxito, una dirección que como una maquinaria impulsada por un reactor nuclear no para ni un segundo en su cometido, atrapar al espectador. A pesar de arrancar con una introducción y posterior prólogo muy mainstream, cuando nos subimos en el tren es cuando comienza la fiesta, con acertada resaca, por cierto. Y es que la posterior evolución de los acontecimientos, esto es, el contagio y cómo se las ingenian para sobrevivir nuestros protas, está correctamente ejecutado. Así es, no esperaba menos, por lo que de obra maestra mejor guardarlo para el futuro. Sino, pararse un momento a pensar, ¿cómo plasmarías tú un apocalipsis zombie en un tren? ¿eh? Pues no hay muchas opciones la verdad, es lo que también tuvo que pensar el director y así lo hizo. Esto, agregado a unas características personales que les ofrece a los zombies (que se traduce en una ventaja para los humanos) es en lo que se traduce el film, sin más. Para los más sensibles a las críticas, no, no estoy diciendo que la película sea mala en ningún momento, simplemente se ha hecho lo que mejor se ha podido hacer y punto, no hay nada que sobresalga ni que de verdad nos haga visionar algo innovador. Bueno…sí, lo que pasa es que entre tanta acción a más de uno se le ha podido pasar por alto. 


El cine coreano siempre le da un toque personal en aquellos films que se esfuerzan por ser algo más, por llegar a destacar sin fracasar. Train To Busan se une a la moción y nos deleita con un diálogo reflexivo en un momento decisivo, donde el film a primeras nos quiere dar a entender quiénes son los héroes y quien o quienes no. Craso error. Sin dar lugar a posibles malinterpretaciones por parte de mis lectores sólo quiero hacer saber que el más malo en ocasiones puede ser el más realista. Esto lo han intentado multitud de películas pero rara vez les ha salido la jugada, el de Train To Busan no falla. Posiblemente sea el anti-héroe más veraz en todo lo que hace con su personalidad tan definida que, dando la impresión de personaje cliché, no es así. 


¿Hablamos de los zombies? Hablemos de los zombies, sí señor. Me declaro un inexperto en las producciones orientales de esta temática pero no sé si será la deformación cinematográfica que tiene uno con los no muertos, que los come cerebros del señor Sang-Ho poco me han impactado. Su aspecto en la vida real daría un miedo que te cagas, pero llevados al cine resultan unos del montón, y que seguramente por temas comerciales y de posibles censuras, no hay un gore generoso que les dé un mayor respeto (no es lo mismo una cámara que nos muestre a un zombie mordiendo de pasada, que aquel hincando hasta el fondo la mandíbula y trayéndose un pedazo de sangre bien empapada mientras que borbotones salen del pobre desgraciado). Puedes tener al bicho más feo de todos, que si le proporcionas un mínimo de sadismo o violencia explícita ya es otra cosa.

Antes de que se me olvide, la música. En los filmes de acción tan adrenalínicos como estos es indispensable un aditivo que realce las escenas, y es donde entra en juego la banda sonora. Últimamente se ha puesto de moda poner piezas de música clásica de fondo con asesinatos o matanzas (Evangelion es el perfecto ejemplo) pero una cosa muy distinta es lo que se nos presenta aquí, una mezcla descafeinada que (bajo mi punto de vista) se carga ese toque extra a ciertas escenas que lo piden a gritos.

Y para comentar el final:

Admito que debe ser difícil cerrar una obra apocalíptica sea del tipo que sea (catástrofes naturales, invasion home, etc) pero creo que para terminar la función de forma elegante y que deje buen sabor de boca es necesario. Aquí se nos presenta un ending bastante apurado y absurdo. ¿Quién se cree que la niña se va a poner a cantar cuando su padre murió hace nada y que está completamente sola (pocas esperanzas le doy a la madre, la verdad)? “Es que es para desahogarse” FALSO. Si no me crees, ponte en su piel con su misma edad (unos 8-10 años, creo) ¿de verdad te pondrías a cantar? Estarías llorando o sollozando por la pérdida (recordemos esos desgarradores gritos que chilla la niña cuando ve que su padre “la deja”).

“Bueno, ¿y cómo harías tú el final? ¿eh?” Muy sencillo, tendría que recurrir un poco al manual, pero al fin y al cabo estamos en una de zombies, ¿verdad? Tiene que haber clichés. En fin que:

Las dos van caminando despacio, a paso lento. Mientras la chica trata de asimilar lo que acaba de suceder hace escasos minutos en un mar de lágrimas, la embarazada con la mirada perdida en la oscuridad también intenta asimilar la muerte de su marido. 


De pronto el francotirador se percata de que hay movimiento en el túnel y tras recibir luz verde para disparar se prepara, fija el objetivo, a la cabeza. Es la mejor forma, piensa. Su compañero traga saliva, ¿estarán matando inocentes por una molesta oscuridad? Su compañero está con el dedo en el gatillo, el objetivo lo tiene preparado pero de alguna forma parece que también se le ha cruzado por la mente el mismo pensamiento, ¿serán personas?

<<<<Buen momento para enfocarles durante todo rato la cara, la expresividad facial es crucial aquí, y más en los asiáticos>>>

Se lo piensa, al fin y al cabo observa que no se mueven de forma extraña, ni muy lenta ni muy rápida, es como si…estuvieran cansadas. Sabe que desobedecer una orden directa de un mando superior está castigado duramente, pero aun así considera más importante dos vidas humanas. Espera, sigue esperando, su compañero no hace nada, el walkie suena, una voz alterada le pregunta si ha abatido a los sujetos, siente agobio, presión, le suda la frente, sabe que es una decisión muy difícil porque si resultan ser zombies una vez salidas del túnel va a tener que ser muy rápido para matarlas por la proximidad.

En esta sofocante atmósfera que se tiene que trasmitir de la misma forma al espectador, estaría bien que la cámara enfocara la esperada salida de las dos por el túnel a través de la mirilla del franco. Todo salió bien.”

En fin, que no sé a qué carajos viene tanta inflación para un filme que aunque es bueno, tampoco es la gran papaya.


                                                                         




22 ene 2017

Tomie 2

Título original: 富江 アナザフェイス (Tomie: anaza feisu)
aka: Tomie: Another Face
Japón, 1999, Toshirô Inomata















“Una compañera de nuestra clase llamada Tomie ha muerto. Ha pasado una semana, pero la persona que la mató aún no ha sido encontrada.

-¿Viste las noticias?

-Sí, la encontraron entre la basura

-Espero que se resuelva el caso pronto… Me pregunto quién la asesinó…
….
-¿Qué? ¿Cómo?

-¡Es Tomie!

>Buenos días, ¿de qué estabais hablando? ¿Pasa algo?

-Tomie…”


                      


Tomie: another face es la Tomie que tuvo que ser en su momento, aquel film de 1998 que Oikawa tendría que haber sacado.

Esta segunda parte, que no secuela de su anterior, está dividida en tres historias que nos exponen diferentes hechos perpetrados por Tomie y así cómo de cruel y malvada es. Bueno…eso de malvada igual se puede discutir ya que yo aún sigo esperando tanto a la Tomie de los mangas como el gamerfag su ps4, pero bueno...life actions. A parte de Tomie, otro misterioso personaje aparecerá en los tres segmentos otorgándole un halo de misterio hasta el final.

Sobre la historia poco decir más de lo que ya he dicho, la primera es la que considero mejor tanto por originalidad en un tema mil veces propuesto como por la convicción de los sucesos y actuaciones. Las dos siguientes sin ser malas simplemente aburren, volviéndose monótonas y algo pesadas. Además esto se incrementará si como yo, te has leído previamente el manga. No lo digo a malas, sino que por ejemplo, el tema de la segunda historia se ve muchísimo mejor y es más aterrador en uno de los primeros capítulos del manga mientras que aquí se reduce a una sesión fotográfica que ocupa todo el tiempo (a la vez que nos dejamos seducir por la belleza de Tomie). El tercer episodio del mismo modo que el anterior no es más que agarrar algo de la historia de la primera película, adecentarlo pero mismamente queda muy pasable.

Hablando ya sí por fin de Tomie decir que en esta ocasión la actriz que la interpreta (Runa Nagai) le hace justicia perfectamente. En un papel al que se le ha sacado provecho es capaz de encarnar a una bipolar que tan pronto habla muy dulce y cariñosa volviéndola más sexy como, cambia radicalmente a su lado psicodélico. De hecho me atrevería a decir que esta chica le da mucho empuje en global al film.

Ya que ha salido el tema del reparto resulta curioso o no, depende de por donde se mire. Recordemos que estamos ante una película de TV con un bajo presupuesto y que la tijera hay que meterla, en esto los actores se suelen ver afectados. La gran mayoría de ellos no son nada conocidos, por no decir que el 90% solo trabajaron en esta única película (como el director)(*). Para hacer la excepción tenemos a la jovencísima y atractiva Chie Tanaka en el papel de la colegiala de la primera historia. Al igual que Tomie, ella también le da un empuje al film. 

*1
*2
*3
*4

La música que era una de las pocas cosas sostenibles en la Tomie de Oikawa aquí desaparece, relevándose por una pseudo pornosa y en ocasiones bastante pedorra e industrial que le quita “momentazos” al film.

Con todo ello queda un producto bastante mejor que la anterior pero sin grandes aspiraciones, pasable TV movie.




19 ene 2017

Tomie 5

Título original:  富江 最終章 : 禁斷の果實 (Tomie: Saishuu-sho - kindan no kajitsu)
Aka: Tomie: The Final Chapter, Forbidden Fruits
Japón, 2002, Shun Nakahara
























Como bien nos enseñaron las sagas de slashers ochenteros, por mucho que intentes echar el cierre con el cartel “The Last Chapter” siempre vendrá otro para re abrir el negocio bajo la regenerativa propuesta “The Beginning”. Es con esta entrega donde se da por finalizado el primer arco de películas de la franquicia inaugurada en 1998 por Ataru Oikawa.

La película, firme en sus ideas, nos muestra la evolución de una chica que es acosada por las típicas bullies pijas y ricachonas hasta que, un buen día (más temprano que tarde), se topa con una chica que se llama igual que ella, Tomie.

La película refleja con cierta satisfacción lo que podría haber sido un episodio en la larga serie de entregas del manga de Tomie. Cierto es que se aleja de la violencia, deformidades insanas y demás horrores desagradables, mas lo sustituye por una aceptable dosis de drama romántico. Ojo, nada de enamoramientos empalagosos ni marujeos cursis.

Si alguien ha visto la serie Neon Genesis Evangelion sabrá de cierto episodio donde aparece un personaje (Kaworu) dándole cierto aire gay al capítulo. Que gustase más o menos, eso ya se deja al gusto del consumidor, pero el por qué se hace eso, por qué de golpe y porrazo se mete a ese personaje en la historia y tiene esa relación con el protagonista (Shinji) está más que justificada. Y no, no me voy a poner ahora a explicar el por qué de esto, la propia serie te lo explica bastante bien.

He citado tal ejemplo debido a que, tras habernos presentando a la paleta de personajes de la obra, tiene lugar una escena del mismo carácter (o incluso un poco más provocativa, según los ojos de cada uno) y claro, uno…se puede extrañar de por qué me ponen esto aquí o santo de qué viene o sino ya cuando termina la película volver a preguntarte lo mismo. Si bien es cierto que cuando nos ponen esa escena tampoco cuadra mucho, sí que va tomando una mayor relevancia a medida que avanza el film y se pone más escabroso entre las relaciones de las dos Tomies y otro sujeto más (quién haya leído el manga conocerá acerca del arte que tiene la femme fatale para manipular a los humanos a su antojo). 


Tal como Shinji necesitaba (entre otras cosas) amor, Tomie (la protagonista) también. Y tal apoyo emocional lo encuentra en la otra chica, formándose a priori una relación preciosa de amistad que, sin llegar a emocionar, deja satisfactoriamente claras las intenciones. Esto es lo segundo que más le valoro al film.

Cast: Aoi Miyazaki como Tomie la chica protagonista
Nozomi Ando como la bella Tomie Kawakami y que veríamos años más tarde en “Suicide Manual”. Preciosa en su interpretación de Tomie, metiéndose verazmente en su personaje, la verdad, le hace justicia.
El veterano Jun Kunimura (The Wailing) en el rol del padre con un pasado silencioso.
Tetsu Watanabe que a modo de cameo más que nada, es un aporte interesante al film.

La canción de los créditos que ya viene siendo como una tradición para el tema intimista que abordan las películas de esta saga, está cantada por la propia Nozomi. Se llama Hane, muy bonita.

En lo personal los buenos efectos invertidos en las transformaciones de Tomie son muy buenos, aunque lo mejor es el escenario tan corriente que utiliza y lo bien que lo aprovecha. Recomendable propuesta alejada del terror y encaminada al drama para cerrar la primera parte que, a pesar de tener sus puntos positivos, no se queda mucho en la memoria.

Producto pasable,





17 ene 2017

Seoul Station

Título original: 서울역 (seoul-yeok)
aka: Seoul Station
Corea del Sur, 2016, Yeon Sang-ho





















El género zombie es quizás uno de mis menos preferidos, no infunde terror a estas alturas el hecho de personas vueltas a la vida y se han mostrado todos los trucos posibles con los que podían sorprendernos. Su degradación ha llegado a tal punto de hacerles más parodias que a los pobres tiburones, llegando al extremo de ser ya los zombies una parodia en sí.

Yeon Sang-ho, director conocido por sus anteriores trabajos (también de animación) “The Fake” y “King of Kigs” volvió el año pasado 2016 al ruedo con esta curiosa propuesta. Siendo raro que nos impresionen en una peli de zombies, al igual que en los slashers la chispa salta en los detalles. Mismamente un plot twist apañado puede ayudar o una variante a lo que nos ofrecía un género; y es esto precisamente a lo que recurre esta película de animación coreana.

Da igual cual film de muertos vivientes vieras, todas tienen algo en común: el o los protagonistas son especiales. Tal vez un cuerpo de élite bien entrenado o estar bien arropado por el guión para no recibir daño alguno son la arquitectura principal de un protagonista en las Zombie films. Y es aquí donde este film rompe esquemas. Nuestros protagonistas son los anti-protagonistas no solo en este tipo de films, sino en cualquier tipo de película de catástrofes naturales, slashers, fantasmas, etc. Elegir y centrarse de una manera tan realista en unos personajes tan comunes y normales podría traducirse en una nueva forma de impresionar o sugestionarle terror al espectador, ¿cierto? Desgraciadamente no surge tal efecto. No en el mal sentido, sino que se echa en falta un poco de acción con adrenalina o drama.


Sin ser un experto en este tipo de dibujo he de decir que no me ha gustado del todo. El contraste entre el escenario y los personajes está correcto pero no en los zombies. Hechos con un CGI baratísimo y pedorro, bajándole la calidad a una película de terror como promete ser. Uno no se asusta ni siente nada cuando los ve, están ahí y ya está. Ya digo, sugestión, cero.

Además a medida que nos vamos acercando al final de la obra nos iremos percatando de que efectivamente, Seoul Station es una cosa totalmente distinta a como nos tenían acostumbrados. Personalmente me quedé con sensación de vacío cuando terminó la peli y como si todo hubiera sido para nada mientras que le preguntaba confuso a los créditos ¡¿ya está?!




16 ene 2017

Tomie

Título original富江 (tomie)
aka: Tomie
Japón, 1998, Ataru Oikawa
























Los noventas, década de oro que dejó los mejores recuerdos para la posteridad. Cambios revolucionarios en todos los campos y a pasos agigantados en la tecnología: móviles, walkmans, el paso de los cassetes a los CDs, los stereos gigantes… El cine tampoco se quedó atrás y fue precisamente en el año 1998 cuando el extremo más oriental de Asia experimentaría un fenómeno asombroso y de proporciones titánicas, el auge del cine de terror. Clase… ¿alguien sabe qué tipo de terror hacían los japos antes de Sadako? Ahí es cuando a alguno le suenan obras como “Kwaidan o el más allá”, “Jigoku”, “Hausu” o la batería de aportaciones del bueno de Nakagawa. Ya, pero eso es del katapún chinpún, me refiero al cine de horror de los 70-80. Bien, los americanos se la pasaban prostituyendo hasta la extenuación sus kilométricas sagas de slashers con el sr. Voorhees, Mayers, Chucky o Krueger. Mientras el mundo seguía anestesiado con tal parangón de cintas, los orientales daban el salto de las pelis con venganzas entre clanes, samuráis y el honor, o los animales místicos hacia la industria del pinku eiga. Muy famosa en Japón gracias, en gran parte, a la aparición de la tecnología VHS (¿os acordáis de eso?) el erotismo incipiente con las torturas más descabelladas llevaría a las polémicas pseudo snuff (Guinea Pig family).

Quitando la obra de Nakata, la transición de un estilo a otro desconozco si fue abrupta o no, pero lo que sí sabemos sin titubear es que cuando en 1991 el escritor bestseller Kôji Suzuki sacó a la venta “Ringu” prendió en silencio una mecha que 7 años después explotaría con la adaptación cinematográfica conocida por todos, The Ring: El círculo. Efectivamente, 1998 no solo fue un año estrella por eso, posteriormente otras “mechas saltaron” con “Gakko no Kaidan G” y sus cortos “4444444” e “In the corner” en lo que después se reproduciría como “Ju-On”. En mayo de ese mismo año, los coreanos se mandaron su primera “Whispering Corridors” y anteriormente, en marzo salió “Tomie” de Ataru Oikawa.

No he estudiado a fondo el recorrido artístico del mangaka Junji Ito pero aquel que preste un mínimo de atención a los detalles sabrá que Tomie es una de sus obras más personales. Desconozco si piensa lo mismo el autor pero cuando lees Tomie notas una evolución, en todo, no solo en los conceptos, sino en el dibujo. Empezó realizando garabatos sin una forma atractiva hasta curtir con una gran personalidad a los personajes que se sucedían en las historias (o trampas) de Tomie. Por ello pienso que tras 13 años dibujando a su femme fatale quieras o no, te terminas encariñando. De hecho en otra de sus obras, como “Uzumaki” vemos ya ese estilo fijo y propio del autor, en parte heredado de Tomie. 


No soy un seguidor del dicho cultural “las adaptaciones son una mierda” porque he visto obras que son decentes y hasta algunas que le hacen justicia al producto original pero como todo en este mundo, hay excepciones. Tomie es un manga aterrador, en todo su concepto. Desde el propio miedo por escenas perturbadoras hasta asquerosidades inmundas o hasta pensarse uno dos veces si pasar la página. De seguro la sorpresa grotesca que aguardaba no era nada reconfortante.

Ya les falló a los americanos a la hora de remakear cintas orientales, el no saber entender el verdadero significado de los films que manejaban pero es que a Oikawa le pasó lo mismo. No pretendo entrar en una guerra de comparaciones odiosas del manga vs película pero la idea global hay que saber entenderla, ese es el quid de la cuestión. Tampoco iba con grandes expectativas (para evitar posibles desilusiones que me hicieran cascarle un 0), solo pedía una única cosa, que se entendiera de verdad a Tomie, punto.

Obvio que esto no pasó pues la película a pesar de no centrarse en ningún capítulo en concreto del manga (el tema de la cabeza en una bolsa es lo único que tiene conexión) y crear una historia propia no termina por dar terror y es aquí su segundo gran error. Ergo, no existe una atmósfera opresora, sucia y desagradable a los sentidos. Lo que se nos ofrece es un sucedáneo barato y mal encaminado donde una joven acude a terapia para intentar averiguar qué pasó hace 3 años y porqué desde entonces no recuerda nada. Como vemos la premisa es llamativa pero su puesta en escena no lo es. Como si estuviera grabada en formato de cámara lenta, el film se estanca con mucha tranquilidad en dos historias diferentes (la de la protagonista y la de Tomie) para terminar de una forma absolutamente absurda.

Quizás sean las robotizaciones autistas de los actores que me ponen de los nervios o el ansia por crear drama en partes donde uno reprime la risa (como el personaje del detective/oficial que se rasca la perilla cual chivo). En muchas ocasiones se recurre al infodumping para contar a modo de lectura ordenada algún suceso porque se desconocía una forma de plasmarlo más natural y realista.

Otro aporte al terror que realizaba el manga era la genuina capacidad de transporta al lector a la acción, planteándote una realista situación donde Tomie pudiera ser real. Falla de nuevo el film aquí, dándose uno cuenta de ello al principio, ¿en serio una persona se pondría a desempaquetar toda una bolsa en mitad de la calle sabiendo lo que porta? Por favor, un poco de seriedad.

No todo es carbón, cabe decir que aun con el jaleo montado existe una aceptable conexión entre los puntos que plantea la trama sin olvidarse de nada. La presentación inicial de Tomie es sublime, sin mostrarnos el rostro hasta el momento decisivo, otorgando así un clímax de expectación por parte del público. Y esto nos lleva a la cámara que, aunque sea muy estática no incomoda, al revés, fija permita disfrutar mejor de ciertas partes.

El apartado musical es una “mixed bag of feelings”. Si bien es cierto que la de entrada (a la que podríamos etiquetar como la canción de Tomie) es perturbadora en el mejor de los sentidos, el resto se simplifican al rascado de la botella de anís y ahí sí, es en el mal sentido.

Curioso leer a gente comentar “está muy bien explicado el origen de Tomie”, sí gracias a la generosa ducha del infodumping antes mencionada pero, el final queda de lo más estúpido y anti-Tomie. Para nuestra psico killer los humanos son meros juguetes de entretenimiento y diversión, nada más.

Unas actuaciones patéticas, una narrativa soporífera y una icono poco explotada. Ataru, si después de tu “Apartamento 1303” me caíste mal, aquí te has lucido.

Una de culto que como tantas otras, solo lo tiene por antigüedad. 




Pee Mak

Título original: พี่มาก..พระโขนง (Pee Mak Phrakanong)
aka: Pee Mak
Tailandia, 2013, Banjong Pisanthanakun





















Ridiculizando al género

Con la ferviente subida a un ritmo más que frenético de las películas de pelos largos con maldiciones inventadas e historias parecidas unas a otras, raro era que no aparecieran las parodias. Esto mismo hizo Wes Craven con su Scream, parodiar el slasher creando incluso uno bastante aprovechado. Algo parecido a eso es lo que intentó el director tailandés Banjong Pisanthanakun (creador de Shutter y Phobia) con esta película, mezclando varios géneros en uno solo y caricaturizando de forma inteligente los tips más relevantes de las cintas de terror asiáticas.

Podría decirse que en Pee Mak se funden tres géneros, el terror, la comedia y por último el romance. De los dos primeros ya existe un sub género popular, las horror-comedies, que agradan a unos y molestan a otros. En lo personal ese tipo de películas no me gustan mucho porque el humor que utilizan suele ser muy infantil y soso, visto en multitud de ocasiones. Asimismo, este film re utiliza esa sátira y de tal forma, se cava su propia tumba. Curiosamente uno se puede reír de las ridiculeces que tiene el film a la hora de poner el humor por delante o darle algo de madurez a cierto contenido (como los estilos de peinado o el detalle de pintarse los dientes de negro). Esa es otra, la película hay que reconocerlo, poco se toma en serio y esto es lo mejor que pudo hacer.

El romance como ya cité también es usado, pero no de forma empalagosa, siendo como una vía que, junto con el horror-comedy, se ríe de los guiños que hace hacia las películas de fantasmitas vengativos. Tanto, que el propio final es una sorpresa, rompiendo moldes acertadamente y otorgándole un rol diferente al fantasma.

Las actuaciones corren a cargo de actores ya conocidos dentro del cine tailandés. Dos de los amigos del protagonista ya salieron en “Phobia” o en la extensa saga de “Buppah Rahtree”. Perfectas actuaciones para unos actores todo terreno y una actriz guapísima que le da un toque personal a su papel. Sin olvidarnos tampoco de una música agradable o un vestuario muy de la época que, quieras o no, viene bien alejarnos de la maldición de turno en la actualidad y trasladarnos a una era antigua.

Simpática y amena producción tailandesa para pasar el rato.






15 ene 2017

Pet Peeve

Título original: 不安の種 (fuan no tane)
aka: Semillas de la Ansiedad
aka: Pet Peeve
Japón, 2013, Toshikazu Nagae
































Vas en el coche, tu pareja está conduciendo y tus niños atrás cantando alegremente mientras os dirigís a vuestro nuevo hogar, en una ciudad llamada Funuma. Ya desempaquetando en la cocina las cajas de la mudanza sientes una extraña sensación, como si algo no fuera bien, puede que un escalofrío recorra tu columna y de pronto, escuchas un grito desgarrador. Tu marido ha tenido un accidente.

Fuan no Tane, Semillas de la ansiedad, Motivo de preocupación, Pet Peeve o como se les cante fue una serie de mangas de terror sacados por el artista japonés Masaaki Nakayama. Los volúmenes giraban en torno a cortas historias de poco más de 2-3 páginas de duración, que mostraban escenas escalofriantes en la vida cotidiana. 

No hacerse ilusiones pues la gran mayoría se resumen a un simple monstruo semi escondido entre el dibujo (algo así como el antiguo meme “cuando te des cuenta, cagarás ladrillos”) o supuestas escenas de suspense como algo que se cae, una ilusión óptica perturbadora o algo parecido. Pero bueno, al fin y al cabo no llega a cuajar por ningún lado, es decir, si nos pasara en la vida real las historias que expone el manga seguro que nos aterrorizaríamos (¿quién no se asusta por un poco al menos cuando se queda solo en casa una noche oscura lloviendo y oye un ruido?), pero su conducción al manga o como es el caso, al formato película, no cuaja.

la cara de estreñido del pibe es la misma en toda la peli
La película como adaptación es sublime (de 10), de las mejores que he visto respetando fielmente el manga y aprovechando, ya que está, para entretejer todas esas historias totalmente inconexas que aparecen en el manga, bajo la ciudad Funuma. Por ello mismo me gustaría felicitar al director, Toshikazu Nagae, quién también realizó la secuela no oficial japonesa de “Paranormal Activity” y la fantasmal “Ghost System (2002)”. Pero si el manga es algo pedorro, el life action a duras penas podrá ser mejor, y esto lo que sucede. Quiero decir, la película en sí no es mala mala mala, pero tiene sus altibajos. Por una parte la presentación de las historias separadas espacio-temporalmente y como a medida que transcurre el film se van juntando está muy bien, mas la calidad y/o credibilidad de algunas es el fallo principal. Esto, junto con la larga duración de ciertas escenas que pierden el terror que pretenden dar, afloja bastante el potencial de un filme al cuál podría habérsele dado mucha bola.


Varios personajes son ya de por sí estúpidos e irrisorios cuando no sus actuaciones, utilizar los screamers baratos en un atmósfera aterradora como la japonesa y la poca congruencia de ciertas tomas terminan por hundir el film. Porque dime tú que si a un notas, le golpean repetidamente la cabeza con un hacha es imposible que siga vivo después, o la poca credibilidad de las acciones de X personaje realizando tal cosa, ¿por qué lo haces? No lo sé, al igual que él.

El final tampoco cierra satisfactoriamente la obra, dejándolo muy en el aire y con sensación de “todo para nada”. Al final puede que la culpa sea la maldita ciudad con sus nubes tan siniestras y ya está, pero el espectador definitivamente quiere más. Y yo, me he quedado con las ganas.

Mi recomendación antes de ver la película es que si puedes leerte el manga antes, mejor, ya que así podrás degustar con cierta felicidad ciertas escenas que están mejor llevadas en el film que en el manga y; no ir con las expectativas por las nubes.


Pasable en el mayor de los sentidos, 




14 ene 2017

Celluloid Nightmares

Título original: 無残画 (Muzan-e: AV gyaru satsujin bideo wa sonzai shita!)
aka: Muzan-e
aka: Celluloid Nightmares
Japón, 1999, Daisuke Yamanouchi






















Muzan-e: relieves japoneses grabados en madera, que trataban escenas violentas y pornográficas publicadas en los periodos Edo y Meiji (siglo XIX). Tiempo más tarde se consolidaría como pilar de inspiración del “ero guro”.

La historia narra en formato cámara en mano, la investigación que lleva a cabo una periodista de una productora de TV, para descubrir y desvelar al público la misteriosa desaparición de una actriz porno del cine para adultos (o también llamadas AV). Una cosa lleva a la otra y al final la compañía empieza a abandonar el proyecto ante la falta de más pruebas y sucesivos callejones sin salida que se presentan. Sólo tres gatos (entre ellos la protagonista-reportera) tendrán que continuar con las pesquisas. ¿Hasta dónde llegarán para descubrir la verdad?

El director encargado no es otro que Daisuke Yamanouchi, un tipo cuya reputación se reduce  a cuatro películas pseudo snuff, con gore y toneladas de violencia explícita sin un mínimo de censura. No es más que otro de muchos cineastas de tercera que se guarnecen bajo la gigantesca industria del V-Cinema japonés, sacando producciones de bajo coste con casi nula calidad. Cabe decir que a pesar de indagar solo superficialmente en este tipo de mercado, si realizamos una mínima búsqueda por Internet veremos que, el señor Yamanouchi tiene algún que otro reconocimiento (7 premios, que se dice rápido).

Como ya comenté al inicio, la historia gira en torno a una mujer, reportera que cubre el caso de la desaparición de una actriz porno. Para ello irá atando cabos de la información que llega a su modesta agencia, la cual planea arrojar algo de luz sobre el asunto. Lo que ni la protagonista ni nosotros sabremos son las atrocidades a las que nos veremos expuestos. Tendremos de todo habido y por haber: las parafilias más perturbadoras y repugnantes jamás imaginadas por el ser humano; violencia explícita, sangrienta y sin tapujos, escenas totalmente asquerosas en las que si no volteas la cara o sientes arcadas definitivamente no eres humano… En resumen, un conjunto de canalladas impensables.

No quiero revelar mucho porque estaría desvelando el shock factor del filme (y su fuerte a la vez) pero si pensaron que Guinea Pig 2 era dura, entonces no han visto nada. Y con eso lo digo todo. Torturas de pesadilla, vejaciones sexuales o mutilaciones son algunos ejemplos, aunque lo peor no es eso, sino contemplar a ciertos personajes (de dentro de la película, no malinterpreten) a los que les encanta hacer tales canalladas, por lo tanto, aumenta nuestra repulsión y rechazo a las escenas ya de por sí desagradables.

Pero, ¿es esto lo mejor que nos puede ofrecer esta cinta? Claro que no, ya que tal cosa se puede encontrar de forma parecida en una amplia gama de películas del estilo. No, me refiero a la dirección. ¿Pero este tipo de pelis tiene guión acaso? Se preguntará alguno. Igual de sorprendido me quedé yo. Las actuaciones por parte de nuestra protagonista y la asombrosa capacidad de transmitir realismo y veracidad durante TODO (y cuando digo todo, es todo), el film resulta lo verdaderamente perturbador. Como espectador empiezas a ver la película con pocas expectativas dudando que te sorprendan, pero la perfecta narrativa con el que se suceden los pasos de la investigación y reacciones propias que tiene la protagonista ante ciertas escenas hace inevitablemente, que te vayas creyendo poco a poco lo que te van mostrando. Esto mismo, unido a la violencia degenerada, produce el auténtico terror que intenta transmitir en infinidad de ocasiones el film. Por ello mismo hay que reconocérselo.

Digo, es cierto que estamos ante una de las películas más duras que te puedan tirar a la cara, pero también tenemos que considerarla dentro de su tipo de cine y género. Eso, y por no mencionar cierto plot twist que nos dejará con la boca abierta en el preciso momento. Sin lugar a dudas, muy bien estudiado. De hecho, y tampoco sin entrar en materia, el director aprovecha tal cosa para realizar una crítica (muy acertada también).

Entonces si echamos cuentas nos queda un producto repulsivo y enfermizo a la vista pero que, dentro de su género rompe moldes y sobresale. Bajo el punto de vista del entretenimiento le pondría un 0 sinceramente, no sé quién en este mundo se puede divertir viendo semejantes atrocidades. Si quieren saber mi experiencia tengo que admitir haber apartado la vista en algunas partes, aun considerándome de estómago fuerte. También en algunas ocasiones me he planteado seguir viendo la película o simplemente pararla y punto, ya que el miedo que sentía a seguir contemplando tales horrores me ahogaba. Pero si deciden verla al final, solo tengan presente la advertencia que lanzan al comienzo del metraje, es solo una película.

Me he reservado el hecho de describir con mayor detalle ciertas escenas o momentos, por la gente que me lee y no sé a ciencia cierta la edad que tienen. Pero desde ya advierto que NO vas a encontrar algo parecido a lo que piensas.

Y que no les engañe la baja calidad con la que se ve todo, pues esto es para las producciones de este estilo, el mejor camino para lograr su propósito, aterrar.





12 ene 2017

Blind

Título Original: 블라인드 (Beul-la-in-deu)
aka: Blind
Corea del Sur, 2011, Ahn Sang-hoon





















No dependas sólo de lo que ves


Tras un grave accidente, Min Soo-ah queda impedida visualmente de todo lo que le rodea. Un día, tras visitar a su cuidadora en su antiguo orfanato y esperar durante mucho tiempo a que la recojan, un extraño coche oscuro se ofrece a llevarla a su casa considerando la copiosa lluvia que cae. Durante el trayecto algo no va bien, y un accidente automovilístico sorprende al misterioso chófer. La chica, en un intento de ayudar, empeora el asunto, dándose a la fuga el conductor. Paralelamente, la policía está investigando un caso de desapariciones de jóvenes, ¿Tendrá algo que ver?

El artista al mando de esta obra no es otro que Ahn Sang-hoon (안상훈) que aunque a día de hoy haya hecho poco más que un puñado de obras, se dio a conocer internacionalmente en 2006 con Arang, película de terror sobre una leyenda coreana. Dentro de su carrera fílmica, “Blind” es la segunda obra de este hombre que, alejándose del panorama de terror, se adentra en el thriller de suspense, campo que por lo que se ve, se le da mejor que el horror.


Cuando hará ya unos meses le hice la crítica a Cure de Kiyoshi Kurosawa, cité tal film como el modelo a seguir para el prototipo de las cintas de suspense policíaco y de terror. Pues bien, “Blind” es el perfecto ejemplo de Thriller de suspense, aquí nada falla. ¿Qué es lo que hace tan grande a este film? Muchas cosas, como que no para en ningún segundo. Desde que comienza la función no podrás desviar la mirada de la pantalla de lo absorbente que resulta la historia que nos están contando. Y es que a diferencia de cómo nos tiene acostumbrado el cine norteamericano, aquí no hay héroes macizos que salven al pobre desgraciado de turno mientras una combinación de chistes pedorros, acción con cañonazos patriotas americanos y un desfile de efectos especiales por Michael Bay pasen por pantalla. Nada de eso, la industria asiática se caracteriza de hacer mucho con muy poco, con una idea simple te pueden montar el mejor escenario con el más sencillo de los recursos pero que, de alguna forma, se las ingenian para entrar en la mente del espectador y sacarle a la luz una gama de emociones. ¡Ahí radica la gracia e idea más primitiva del arte! Porque no creo que haya que decir a estas alturas que el cine ES arte. ¿O acaso una pintura no puede conmover al público? ¿Una pieza de Beethooven? ¿Y un poema? Lo mismo puede hacer el cine, y en esta película relanza esta idea para elevarla al exponente más superlativo. Tan pronto puedes estar riéndote a carcajada abierta, como puedes estar melancólico, llorando o al filo del asiento mientras te comes las uñas por saber qué va a suceder a continuación.

Me sorprendió mucho que en una película la historia girara en torno a una ciega, es algo que nunca se me había presentado por delante en un film de estas características. Lejos de dar pena en el espectador, ahonda en la grandísima capacidad que pueden llegar a tener estos impedidos visuales y lo marginados que están por las personas para ciertos temas.



Hablando de temas, el fuerte de la peli no es otro que la gran carga emocional que despiertan en el espectador. No lo digo por las escenas de peleas (que también pues resultan súper inmersivas), sino por otras en las que la pérdida de un protagonista principal nos puede llegar a conmover. El por qué puede llegar a afectarnos tanto viene dado por la acertada compenetración que ha ido tejiendo el film con los personajes ficticios y contigo, volviéndolos realistas.

Y esto no sería posible sin unas actuaciones de oro por parte de un elenco de actores magistrales, que ya quisieran muchos “famosos” estar a su altura. Nuestra protagonista a la que ya pudimos ver en la pasable y mediocre cinta de terror “Dead Friend”, aquí se la exprime hasta (atrevería a decir) el máximo, sacándole muchísimo jugo a su personaje. Yoo Seung-ho (유승호), el joven rebelde; Jo Hee-bong (조희봉) da vida al típico detective patoso pero que aquí convence; o el malo malísimo interpretado al detalle y con gran calidad por Yang Yeong-jo (양영조). Habiendo dado vida a multitud de facetas distintas en filmes como “My Love Yuri (2007)”, “Seven Days (2007)” o “La Isla (1999)”. No nos olvidemos de nuestra fiel compañera Dali (달이) interpretando a la perra guía. Simple y sencillamente espectaculares.

Sin lugar a dudas, cuando se le pone todo el corazón a lo que haces se nota, y por ello me levanto y aplaudo a este cineasta por saber introducir todo esto con una gran narrativa tan absorbente y complicada. La música, de lo mejor. Le da ese toque dulce que termina por rematar ciertas escenas determinantes.


Una auténtica obra maestra y ejemplo a seguir.