3 feb 2016

1- AYA

Aya era una chica tranquila, simpática con sus iguales, a sus 17 años buscando los 18 ya estaba cursando el último curso del instituto o, mejor dicho de aquel macro colegio llamado Paleville Highschool. Exceptuando algunos, los demás exámenes los había aprobado y con grandes notas. Las vacaciones de navidad se acercaban tranquilamente. Era el fin de semana antes de que el lunes le entregaran su boletín de calificaciones correspondiente a la primera parte de su curso.
Desde pequeña había demostrado una alta capacidad por resolver puzzles de todo tipo, tanto en los de mesa, en pasatiempos o en los propios videojuegos. Pero por alguna extraña y misteriosa situación las matemáticas no era su punto fuerte.
Esas fiestas y hasta nochevieja, las pasaría en la mansión de sus tíos. Necesitaba despegarse del ambiente familiar y de la rutina estudiantil, sus padres no pusieron ninguna objeción.



Aya se caracterizaba por ser muy callada y sólo hablaba cuando sera necesario, para evitar sobresalir y meterse en problemas. Era morena, de pelo largo negro carbón, le gustaba dejárselo suelto y de vez en cuado se lo recogía con una simple cola de caballo. Tampoco es que quisiese destacar mucho, lo odiaba, de la misma forma que le caía tan mal aquellas niñas creídas de su clase -pijas-pensaba ella. Le encantaba vestir de manera sencilla, sin complicaciones, "preparada para cualquier situación de emergencia", decía ella.






Aunque su madre le repetía algunos días que se pusiese al menos una falda, ella rechazaba automáticamente esa opción. No quería que se fijaran en ella como aquella vez que se puso su única falda en verano, era corta, rápidamente atrajo las miradas de todos los chicos de su clase y las miradas envidiosas de las "populares".
-Te pareces a una protagonista de un juego de terror, Aya. No me acuerdo del nombre, pero con el pelo corto serías igual que ella.-le dijo un amigo en una ocasión.


Para ella su ropa favorita era aquella que le permitiese sentirse cómoda y satisfecha a la misma vez, lo cuál residía en unos vaqueros ajustados, una camiseta de manga corta y encima un jersey, su jersey de la suerte como lo llamaba ella. Llevaba en la mano derecha un reloj-brújula. Fue un regalo de sus abuelos.

Bienvenidos!

Hola a tod@s,

esto es una prueba para ver si se ve en mi blog.