Ring: The Spiral

Ring: The Spiral (1998). Dir: Jôdi Iida


















¡¡Contiene spoilers!!

Después del bombazo que supuso el Ring de Hideo Nakata era casi una obligación sacar una secuela que respondiese al enigmático final que pudimos observar en la producción nipona.

Ni corto ni perezoso, el estudio llamó al director japonés para encargarle esta 2ª entrega, pero él lo rechazó con el pretexto de volcarse en otro tipo de cine y que no se le conociese solamente por su galardonado film de terror.
En este aprieto se vio la productora, que recurrió rápidamente a un tal “Jôji Iida” conocido únicamente por su cinta de terror-comedia Battle Heater: Kotatsu de 1989. El guión también se le encomendó a este director, que junto con la segunda novela de Kôji Suzuki (Spiral) y bajo el soporte productivo del famosísimo Taka Ichise salió a la luz (y ocasionando mucho hype) esta (odiada) secuela: “The Ring, Spiral” o “Rasen”.

¿Por qué es tan odiada y hasta “olvidada” esta película?
Es un hecho la desfortuna que amasó esta cinta y todo le viene de su propia trama.
El público fan de la Sadako de Nakata quería volver a ver a esta mujer en acción, qué había sido de ella finalmente tras la muerte del marido de Asakawa, qué había sucedido con esta periodista, y mucho más importante, el destino del joven e inocente Yoichi.

En general el filme fracasó porque no se le ofreció al espectador esa ambientación efectista y esa narrativa tan poderosa que tuvo el Círculo de Hideo Nakata. Sólo eso.

Personalmente no me gustó esta secuela, aunque he de reconocer que comienza interesante y llamativa pero que transcurridos los 20 minutos más o menos, la peli cambia de rumbo hacia una versión pseudocientífica y con un cierto aire filosófico dando paso a un apocalipsis.
Este supongo que es el hecho de su estrepitoso fracaso y la razón por la que al poco tiempo, se pusieron en contacto urgentemente con Nakata, rogándole una secuela que arreglase su nefasta obra.


Como bien he dicho anteriormente esta película empieza bien, “interesante” inclusive, pero se torna estúpidamente filosófica de la vida y esto no es lo que se quería ver, ni el público, ni yo. Y es que nos presentan algunos temas de “controversia” científica-moral de aquella época, como la reproducción in vitro o la desesperación del ser humano en pos de un ser querido o, una Sadako más humana y civilizada. Dato olvidado desde Kazen-Ban.

¿Estaría bien como película independiente? Pff…quién sabe, puede que sí y puede que no. Pero lo que sí estamos seguros es que en la explicación y aclaración de los hechos finales de Ringu cojea un poco (recordemos que la misión de este largometraje no era otro que esto, precisamente). Se nos quiere mostrar de golpe y porrazo una historia totalmente distinta y con unos hechos poco precisos. Los actores son poco rescatables, a excepción de nuestro protagonista dolido por la pérdida de su hijo que le persigue en todo momento y el secundario “Hiroyuki Sanada” (“Ryûji Takayama”).

A salvarse alguna que otra contada escena, como aquella del principio, cuando Ryûji está abierto en canal en la sala de la morgue.

Por lo demás es muy pasable, por no decir olvidable. En esta ocasión, se rinde plenamente a su mala fama.
3/10

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