Livid

Livid (Livide) (2011). Dir: Julien Maury, Alexandre Bustillo

Mi primera película de terror francés fue “Alta Tensión”, dirigida por el bueno de Alexandre Aja en 2003, y ésta será mi segunda cinta de horror venida de nuestro país vecino, Francia. Ni punto de comparación entre lo que me esperaba a lo que de verdad me encontré, otra desilusión.
La ya engañosa, portada y una apetecible sinopsis me hicieron suponer una película que trabajase el terror en estado puro, hecho por manos europeas y no americanas o asiáticas. El resultado a grandes rasgos es un filme que empieza un tanto mediocrecillo y termina siendo una ida de olla fantástica y esotérica de las buenas para intentar terminar la función “de alguna manera”.
El argumento no es que sea un topicazo, sino que es muy simple y “basto” pero a la vez no molesta, a mí por lo menos me pareció bien. Como ya he comentado todo se va al traste al final, aunque se podría decir que con más antelación, a eso de la primera media hora-cuarenta minutos puedes ir atando cabos y suponer por donde van los tiros.
Los actores encarnan a un conjunto de amigos muy dispares entre sí y que nunca en la vida terminarían en la situación en la que se ven, intentando escapar de una casa “encantada” por un estúpido y mítico tesoro, ¿tan desesperado de la vida hay que estar como para entrar a robarle a una vieja vegetal? Resaltan clichés en nuestros personajes planos: el típico amigo tonto-elculo, el novio capullo, la novia “inocente” y capaz de darse cuenta CON MUCHA SUERTE de lo que está pasando a su alrededor y un secundario (no voy a revelar datos de este personaje) que está para adornar y que ¡oh! sorpresivamente está metido en todo el ajo. Como vemos con “tres palabras” se pueden destripar perfectamente a nuestro cast…

En general resulta la típica película de “ver y olvidar”, ya que no merece mucho la pena y menos sacarle nada. Eso sí, los efectos especiales y lo buena que está la protagonista es lo mejor que tiene esta cinta.

4 de 10