Otro buen ejemplo de cómo hacer remakes vale la pena y no todos son malos.
Este peliculón de 1982, lo más destacable que tiene es su guión y cómo fue dirigida. John Carpenter, con una película mediocre de los años 50 y con mucha imaginación supo realizar esta película de culto.
Cogiendo el tema de la base de investigadores estadounidenses y el alien, supo voltearlo de tal forma que diese lugar a un film de ciencia ficción-terror verdaderamente impresionante para la época.
Junto con la original e innovadora trama, los efectos especiales es el otro campo más llamativo en esta cinta. La forma de las manifestaciones del virus alienígena en los científicos y el gore usado en ellas son de lo más aterrador, espeluznantes y originales; todo esto sabiendo del film del que se inspiró.
La BSO, aunque desaparecida en ocasiones, torna la atmósfera ya de por sí opresora en un clímax de tensión perceptible a los cinco sentidos.
Unas actuaciones magistrales (echadas de menos hoy en día en metrajes de terror) son otro ingrediente más para esta obra junto con un trabajo espectacular de escenarios y ambientaciones.
Película obligatoria de terror antiguo bien conservado, 8/10
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