En el año 2009 y conmemorando el aniversario del inicio de
la saga Ju-On, Takashi Shimizu volvió a ponerse en contacto con su universo
como guionista y se lanzaron dos películas: “La Chica de Negro” y “La Anciana
de Blanco”. Si bien no existe presencia alguna de la famosísima familia SAEKO
estos dos filmes narran, de igual manera que las obras del Ju-On de Shimizu, el
destino de varios personajes que se topen con alguno de los dos fantasmas
títulos de sendas cintas.
La que nos ocupa ahora es la primera: Ju-On, la Chica de
Negro. Aunque es curiosa la historia que se nos presenta no da nada de miedo y
mucho menos ese suspense mal rollero tan característico de La Maldición. De
hecho podemos ir prediciendo la trama a medida que avanza sin llevarnos muchas
sorpresas. El fantasma expuesto está carente de horror visual y ni hablemos de
su manera de matar, que ni aparece. Su origen tampoco es nada del otro mundo y si
tenemos algo de rodadura en el asian horror veremos que está hasta reciclado.
Nuestros personajes resultan aceptables sin más, con unas
también, aceptables interpretaciones y ya está. Algo que me molestó es que los
convirtieron en mera carne de cañón, de “te utilizo para estas escenas y luego
mueres”; en vez de sacarles un mayor partido psicológico dentro de la relación
con los demás protagonistas de la historia (la cual está bien estructurada).
La ambientación malsana de continua angustia a la que nos enfrentábamos
en los films primerizos de Ju-On no existe. Se recurre a escenas rápidas donde
la música ejerce de introductora a un posible susto o un cuadro donde le pasa
algo a algún personaje y nada más. Mi pregunta es, si estamos ante una
producción que dice ser un homenaje a los aterradores metrajes de los SAEKO,
¿dónde está esa ambientación aterradora que experimentábamos con Kayako? (por
citar una de varias opciones).
Creo que el guión está bien hecho pero su adaptación delante
de las cámaras ha sido un fracaso. ¡Aquí es donde reside el verdadero trabajo
de un director y lo que hará que sea mejor o peor película! Porque, ¿cuántas
pelis son simples pero un perfectísimo trabajo del equipo encargado la han
transformado en una ópera? Muchas. La Chica de Negro, no.
Lo bueno> Tiene sus puntos.
Lo malo> El toque “teen”, Toshio, la dirección.
Se podría decir que es la típica peli para pasar el rato,
pero sin más aspiraciones.
6/10
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