Buena entrega para cerrar la franquicia ¨Halloween¨, con más de 20 años en la espalda y el regreso, por última vez, de Michael Myers.
No es la primera vez que en una saga de películas, algún director de las primeras entregas (o la originaria) vuelva para cerrar la sesión como sucedió, por ejemplo, en ¨Pesadilla en Elm Street¨.
Rick Rosenthal, director de la majestuosa segunda parte ¨Halloween: Sanguinario¨ vuelve a ponerse en la dirección de una cinta bastante criticada y odiada, ya sea por la crítica general o por los propios fans más acérrimos a la saga.
Se suponía que las andanzas de Michael habían finalizado en 1998, con su impactante degollamiento a manos de su hermana. Era un hecho, Michael Myers, estaba DEFINITIVAMENTE muerto, pero si algo nos enseñó ¨Viernes 13: Parte 5¨ es que las franquicias rentables son difícilmente ¨enterrables¨. Esto es lo que muy posiblemente molestó a los fans y amantes del universo Halloween. ¿Una octava película de Michael habiendo dejado claro su agridulce final? Aquí es donde empieza el odio, lo demás, criticar fuertemente la película.
Lo más destable de toda la cinta es su trama. Los primeros 10-15 minutos de rodaje son una introducción, el por qué existe una octava parte, el por qué Michael Myers sigue vivo; y a mi parecer, una introducción muy buena y creíble. Muy propio de Michael.
La renombrada y famosa actriz ¨Jamie Lee Curtis¨ no hace mucha presencia en la película (otro punto muy reseñable de los críticos en contra de esta entrega). Para mí tampoco es muy importante ese aspecto. Al fin y al cabo, Michael ha vivido toda la saga en pos de acabar con su hermana, ¿qué hará ahora?
Otro marco muy destacable (y a la par odiado/infravalorado del film) es el tema de las cámaras ¨a lo Gran Hermano¨. Esto es resultado del Booom del internet y este tipo de programas. Es algo inherente a la película y que se desarrolla con el marco de la actualidad (2002). Lo mismo que hablar de la incursión del hombre en el espacio y la exploración de los planetas en ¨Odisea en el Espacio¨. Actualidad y cine cogidos de la mano.
La Banda Sonora hay que citarla obligatoriamente, el regreso triunfal de la ya, cuasi enterrada BSO original de Carpenter. Sin alteraciones o cortes. La mítica música del film de 1978 hace presencia y gana protagonismo en determinadas escenas, creando más tensión.
Las actuaciones son normalitas, nada fuera de lo común y con algunas incongruencias dentro de algunos personajes con otros. Lo bueno también de los protagonistas es que, aunque son algunos típicos de Slasher, no se desarrollan tanto sino que se limitan a ser pasto de Michael.
En sí, esta película mezcla situaciones tensas con amenas y muertes (no muy originales algunas, el degollamiento es marca de la casa) con humor un aceptable.
Lo mejor, el final.
Para mí ha estado bien, ¿la recomiendo? Pues sí, pero depende de quién la vea y cómo se la tome. Un 7
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