Al ver esta película me he auto insertado en el grupo de aquellos en los que les pareció igual que sus entregas predecesoras.
Sinceramente me esperaba una película mucho mejor de Minner, ya que me dejaron muy buen sabor de boca sus aportaciones de ¨Viernes 13¨, pero esta séptima parte y aunque original en ciertos aspectos, no sobresale ni llega, por asomo, al nivel de las dos primeras películas.
Aunque el ambiente en el que se desarrolla la historia aporta frescura a la saga, nos introduzcan personajes atípicos en los slasher y se te haga corta, a su misma vez peca de varios factores.
Comenzando por ¨la aparición¨ de Michael, de la cuál sigo sin saber de donde sale o de donde se ha escapado. La máscara es malísima haciéndome ver la de la 4 entrega como una ¨diosada¨. La BSO de Carpenter aparece dos segundos para desvanecerse dando paso a la típica banda sonora de película de terror. Las muertes no son nada del otro mundo y hay momentos en los que recuerdan a la brutalidad de Jason Voorhees.
Considerando positivamente algunos momentos de tensión y situaciones cómicas (me he reído un poco con la película) es para olvidar al rato, 4/10
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