¡¡Contiene spoilers!!
Sexta película. Primer síntoma.
Y digo primer síntoma de una saga que se empieza a estirar como un chicle en pos de recaudar más dinero y explotar el personaje de Michael Mayers.
Para empezar nos muestra a Michael curiosamente en las mismas ¿instalaciones? que la joven embarazada, así sin más, sin ninguna explicación de por qué ha llegado allí y obviando por completo el tema con sus sobrina (supongo que en la comisaría, al final en la quinta parte, la mataría).
Es ingenioso el tema de la mitología celta para explicar de alguna forma el monstruoso asesino que es Mayers, lo cual me parece de lo más patético. Michael es una persona, no un ser sobrenatural. Satisfactoriamente esto es mejor explicado en el remake.
El tema este del locutor de radio y la enorme coincidencia de que ¡oh! todos escuchan esa emisora al mismo tiempo se traduce en una mala realización para sobrellevar la cinta.
Pero lo más catastrófico de todo es el final. ¿Cómo una persona normal puede acabar con Michael, cuerpo a cuerpo? De vergüenza.
Entre todo este desastre, sólo puedo mencionar dos aspectos positivos:
-El regreso de la BSO de Carpenter sin modificaciones algunas
-La brutalidad de las muertes de las víctimas de Mayers. De lo mejor de la saga (hasta ahora). La segunda es mi favorita.
Impresentable entrega, con la que casi me duermo literalmente. Un 2
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