¡¡Contiene spoilers!!
Mala película para unos y buena para otros, yo, en el segundo grupo.
De entre todas las cosas ha reseñar de este film, la primera y a la que todos les habrá sorprendido es el mismísimo argumento. Nos situamos en una atmósfera pre-apocalíptica en el que el invasor no es un cliché del cine moderno, como los zombies (28 días después), alienígenas (La Guerra de los Mundos) o un virus letal desatado en un laboratorio (Resident Evil), no. Shyalaman nos muestra cómo hasta nuestro propio planeta se puede volver en contra nuestra, y no cualquier cosa, sino un elemento básico y necesario para el ser humano: Las plantas.
Sin una vegetación que recicle las toneladas de CO2 que emitimos continuamente al aire, ¿qué sería de nosotros? Esta película es un claro ejemplo de ello.
Y es que ahí no se queda la cosa, sino que bajo mi punto de vista, nos muestran a la vegetación como un ente compenetrado y unido además de inteligente que sabe como actuar, no es moco de pavo el ¨ataque¨ que ocasionan.
Ya por la historia, esta película se merece una oportunidad.
Las actuaciones están muy bien, aunque el papel de la novia de Elliot (Mark Walhberg) no convence mucho, por lo demás están correctas. Y aquí abro un inciso, otro aspecto curioso de esta cinta es que durante un ¨apocalipsis¨ no haya intervención del ejército o de las fuerzas del orden a gran escala, como les encanta ponernos los americanos. Esto es reducido a una escala ¨más cercana¨ y a la par más realista a lo que te podrías encontrar en esta situación, sin tantas explosiones y demás artificios.
Los efectos especiales, en general, me parecieron buenos, no entiendo las quejas de algunos en este campo. Lo mismo decir de la banda sonora, buena y adecuada. Y es que tampoco es muy necesario matizar esto, ya que los acontecimientos de la película hacen que te vuelques en ella y cuando te das cuenta a terminado, por lo menos, esto es lo que me pasó a mí.
Llevadero e interesante filme de un director que ¨ha hecho de todo¨. 8/10
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