“El Grinch que robó la navidad” es a lo menos una peli de “culto” entre los más pequeños y/o aquellos que la recuerdan con nostalgia, perfecta para ver en las navidades, pero ¿es en sí una obra tan buena como se dice? Para mí, desde luego no, pero NO en sentido “me pareció una mierda”/”no me gusta”, sino en el sentido “está OK pero tampoco es para tanto”.
Pudiéndosela ver como la típica obra de las que “te gustan o las odias”, este largometraje de Ron Howard, me pareció fantástico para un público infantil y ya está. Ha habido partes (sobretodo al principio) en que la peli me gustaba mucho, era divertida y amena. Pero a medida que la trama avanzaba se volvía un tanto predecible y con un toque demasiado “para niños”, cosa que en lo personal estoy más que empachado haciendo que esta cinta sea una película pasable para echar el rato y poco más.
El argumento ante todo canta de original, con una puesta en escena de un pueblo sacado de Narnia y mezclado con su pequeña mitología cuadra bastante bien. El personaje de “El Grinch” caracterizado por “Jim Carrey” (actor al que le sienta de fábula hacer estos papeles) me gustó un rato, me aburrió otros. Y dentro de la rebanda de personajes planos, el mejor sin lugar a dudas es la chica pequeña, una dulzura que, como ya se han visto en otros filmes de este estilo “movie for children”, les da una lección de vida y comportamiento a un pueblo de adultos que vivían bajo la superstición y el malvado mito que envolvía al “monstruo” del grinch.
Los efectos especiales me llamaron la atención, muy buenos al igual que el montaje de la guarida del grinch, al más puro estilo “Lazy Town”. La música de las típicas para estas películas “para niños” y poco más.
Creo que mi postura está más que clara, “El Grinch” es una de esas muchas pelis pasables con las que te las pasas medianamente bien para un ratejo y poco más.
6/10
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