Película de terror tailandés con 5 nominaciones que lo que le destaca es la manera en la que fue llevada.
Dividida por capítulos y cada uno de ellos dirigidos por diferentes directores, cosa que le proporciona una mayor personificación propia en cada historia.
La segunda cosa llamativa es su trama, ante todo original y distinta. Vale, muy muy resumido podría tacharse de “fantasmas vengativos”, pero nunca (que yo sepa) relacionado de la forma en la que lo hace con una novia que se suicida.
¿Tarda esto en pasar? Pues no, es lo que me resultó más curioso. El film no se molesta en narrarte toda la historia hasta “el final” que es cuando “aparece lo chulo”. Lo hace al revés, y esto es lo más novedoso y el motivo de que aún después de haberla visto ya hace 2 semanas me acuerde.
Este tipo de detalles, imperceptibles para unos no lo son para otros. Ya que dentro del titánico mundo de “los fantasmas con cabellos largos negros y lisos” esto destaca a raíz de su trama.
¿Tiene un guión bueno? Sí y no, aunque cada director te muestra los diversos acontecimientos y lo que “te parecía pero al final no es así” relacionados con los personajes que estaban dentro del círculo de interacción con nuestra novia muerta; hay episodios que están muy bien conseguidos y que dan pavor psicológico, otros donde el humor se puede hacer presente sin molestar u otros demasiado tontos o con tendencia al ultra dramatismo.
Los efectos especiales están bien. Al igual que la gran diversidad de protagonistas y su relación antes comentada con la chica suicida.
No se va a recordar como una grandiosa obra del Thai-Horror, pero oye, tampoco es una abominación. Aunque ciertamente olvidable en algunos aspectos.
6/10
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