6 ene 2017

Quick Draw Okatsu

Título original妖艶毒婦伝人斬りお活 
(yoen dokufuden: hitokiri okatsu)
aka: Quick-Draw Okatsu
Japón, 1968, Nobuo Nakagawa























Segunda parte de la trilogía “Legends of the Poisonous Seductress” perpetrada en 1968 por Yoshihiro Ishikawa. Nueva película, nuevo director. Tomando el relevo el famoso cineasta del terror japonés antiguo Nobuo Nakagawa, en una de sus últimas aportaciones al cine tras la llegada de nuevos directores, nos muestra la forja de una venganza que promete ser sádica al menos para desvanecerse en un pésimo guiño a su predecesora.

El nexo común en esta saga es el papel protagonista de una mujer, heroína que se venga de algo o alguien y que con ayuda de un personaje secundario que cae bien a la audiencia derroca a los malos, restaurando la paz en cierta región (suele ser el típico gobernador/conde/jefe de algún clan vanidoso y arrogante). Desconozco si es el estilo del director, pero salta a la vista que esta segunda parte no la dirige el mismo hombre, en cuanto al estilo se refiere. La precuela, por así llamarla aunque en verdad no tienen ninguna continuidad ni esclarece nada de su anterior (aunque la actriz protagonista persista en su papel estrella), exponía a su femme fatale “Ohyaku” en los combates y reyertas más a menudo que la versión nueva del maestro Nakagawa. Es decir, la otra cinta estaba cargada de mucha más acción mientras que ésta tiende a crear una atmósfera de situaciones mejor elaboradas y con mayor consistencia. Además, se aprovecha de esa extensa historia para ir añadiéndole poco a poco más desgracias que tendrá que soportar la protagonista (muertes sucesivas de casi todos sus allegados). No siendo suficiente y convirtiéndose en una razón más que de peso, desde un comienzo se nos presentan las desgracias personales que los malvados hacen a nuestra protagonista, nada explícito debo decir, pero una perfecta representación sugerente mediante cuidados enfoques y ángulos de las escenas fuertes nos dan una idea de lo que sufre la chica. El personaje sufre e igualmente el espectador, por lo que la veraz puesta en escena de la historia resulta más que creíble.


Desgraciadamente el film tiene varios resbalones muy feos e imperdonables con un guión de buena calidad. La aparición repentina y casual de ciertos personajes en la trama peca de forzada, como si un salvavidas tirasen a Okatsu para que siga su andadura. Aun así lo sabe remediar con unas muy logradas escenas de combate con katanas siendo un lujo verlas y disfrutarlas, percatándonos del gran compás que tuvieron que seguir los actores (más que perfectas actuaciones en este caso) para no fallar en largas escenas sin cortes algunos.


Destacar del apartado técnico la cámara que enseña de distintas formas distintas situaciones, encuadrando mejor cuando así lo requiere la escena y retrotrayéndose cuando es innecesario (llega a quedar mejor que de otras formas). La música, elemento circunstancial en este tipo de films, se hace presente satisfactoriamente.

Recomiendo verla, aunque hay que tener en cuenta que Okatsu, no es como Ohyaku.





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